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RIO 600 Fisherman

Pesca de altura, n° 29 luglio 1999


La Rio 600 Fisherman resultará atractiva para quienes se inicien en la pesca desde embarcación por su alto grado de equipamiento, sus buenos acabados y su precio asequible, sin olvidar su grado de polivalencia, muy útil para los otros miembros de la familia.

Presentada en el último Salón Náutico de Génova, la Rio 600 Fisherman forma parte de la más reciente generación de modelos de Rio, caracterizados por la utilización de líneas más suaves en el diseño y los acabados, sumando mejores atractivos estéticos a una solidez constructiva innegable, conseguida tras muchos años de experiencia en la construcción de embarcaciones desde los 4 a los 16 metros de eslora, en los más variados programas. Bastará señalar que Rio posee otros cuatro modelos de seis metros de eslora -uno de ellos la Cabin Fish para motor fueraborda o dentrofueraborda-, de modo que no es gratuito señalar la gran experiencia de la marca en esta eslora y su gran capacidad de adaptación a los distintos programas de navegación. La 600 Fisherman es un poco el paradigma de todo ello, pues a pesar de tratarse de un modelo específicamente destinado a la pesca, cuenta con aspectos polivalentes que aumentan su atractivo y sus posibilidades de amortizar la inversión realizada, por otra parte muy ajustada: 1.990.000 pesetas. A ello hay que sumar un buen catálogo de accesorios, como son el depósito integrado de combustible de 150 litros (100.000 ptas.), la ducha con agua a presión (90.000 ptas.), el techo rígido de inox y tela (250.000 ptas.) o la mesa dinete y solárium en proa (65.000 ptas.) que permiten efectuar distintas combinaciones en cuanto a equipamiento, adaptándose a los deseos de cada armador.

BAÑERA

El uso al que se destina esta embarcación obliga a que su bañera sea autovaciante y antiderrapante, como así sucede. A pesar de sus pequeñas dimensiones, podemos dividir la utilización del barco, según nos encontremos a proa o a popa de la consola central. Así, la zona de proa acumula los aspectos más polivalentes, con un amplio sofá en forma de U que resultará fácilmente convertible en solárium o en dinette, a condición de que se instalan los accesorios oportunos ya señalados antes. Sin embargo, el pozo de anclas y la roldana son de serie, pues resultan imprescindibles a la hora de fondear, con independencia de cual sea el programa y uso. Las tapicerías están integradas en las tapas de los asientos, lo que evita tener que guardar la cojinería cada vez que no se usan, ocupando un valioso espacio de estiba; esto libera el espacio existente bajo los asientos y aún hay un gran cofre bajo el piso, si bien no hay cubetas extraibles que faciliten la limpieza o el transporte. El programa de pesca se concentra en la zona de popa, pues aquí se instala todo el equipamiento específico, como son reposacañas laterales a babor, dos portacañas de tintero por banda sobre la tapa de regala de madera y otros dos por detrás del espejo. Nuevamente hay espacio de estiba bajo el asiento corrido de popa, que resulta el lugar idóneo para estibar la batería o el depósito portátil de combustible. También aquí se ha colocado el típico armario con cajones para clasificar anzuelos y otros pequeños enseres propios de la pesca. Este sofá de popa no llega hasta la banda de estribor, lo que lacilita el paso a la exigua plataforma y a la escalera de baño plegada yoculta bajo una tapa, pero con peldaños de madera y unos lógicos asideros en las inmediaciones, que facilitarán el regreso a bordo después del baño. Es destacable la previsión de instalar un portadefensas a cada lado por detrás del espejo y la ducha -opcional- en la aleta de babor así como un vivero estanco donde guardar los cebos vivos, en el lugar de más fácil limpieza.

PUESTO DE GOBIERNO

Sobre la consola central y detrás del parabrisas transparente se concentran todos los elementos de gobierno de la embarcación. La consola de gobierno cuenta con unos elegantes paneles realizados en madera de raíz -durable y de fácil mantenimiento sobre la que se instalan los indicadores suministrados por el fabricante de cada motor, quedando espacio libre para la instalación de accesorios. Sin embargo, se sirve de serie el compás y un sólido volante dotado de dirección por cremallera. El parabrisas proporciona una lógica protección frente a las corrientes de aire generadas por el propio avance de embarcación, mientras que el asidero de acero que recorre todo su perímetro será útil a la hora de moverse por todo el barco, pero queda un poco alejado de las manos del acompañante. Justo detrás se instalan los asientos para el patrón y un acompañante, regulables en aproximación y giratorios, lo que permitirá a uno o ambos pescar orientados hacia popa, lo que valorarán en especial quienes suelen pescar al curricán.

NAVEGACIÓN Y CONCLUSIONES

La Rio 600 Fisherman se propulsa con un solo motor fueraborda de hasta 140 caballos, si bien su motorización mínima se sitúa en torno a los 80 o 90. Esto abre las puertas a una amplia gama de potencias, incluyendo los últimos modelos de cuatro tiempos, que se sitúan justamente en este segmento, lo que multiplica las posibilidades de uso del barco y amplía la gama de presupuestos. Sin duda la adquisición con un motor de dos tiempos resultará más económica, pero con un motor de cuatro tiempos se multiplica la autonomía de forma muy considerable. La unidad probada instalaba un Yamaha F 100, último modelo de cuatro tiempos del fabricante japonés, que le proporcionó unas buenas prestaciones en cuanto a velocidad punta -32 nudos- y una autonomía muy apreciable de 145 millas, a condición de instalar el depósito opcional de 150 litros. Más potencia significará más velocidad punta, pero también visitas más frecuentes al poste de combustible, de modo que esto interesará más a quienes pesquen en singladuras cortas. Otro aspecto destacable es la solidez de su casco y su buena forma de navegar, pues el día de las pruebas nos encontramos con viento y marejada comportándose el barco muy bien, siendo necesario incrementar la atención del patrón sólo cuando recibía las olas completamente del través. Nuestra conclusión es favorable, pues la Rio 600 Fisherman posee los requisitos necesarios para satisfacer a un armador que se inicia en la práctica de la pesca, ofreciendo al mismo tiempo una gran polivalencia que la hacen interesante para quienes son sólo moderadamente pescadores y desean realizar también otro tipo de singladuras.

Bajo los asientos de proa hay una notable capacidad de estiba.

Las líneas suaves y redondeadas son una notable incorporación al diseño.

La consola central ofrece una buena protección al patrón .

Bajo el piso de proa se ha previsto una cubeta -no extraible- donde guardar objetos de buen tamaño.



 

Los dos asientos individuales centrales son giratorios y graduables en aproximación.

Sobre la tapa de regala de madera se han instalado portacañas de tintero y en la banda de babor hay dos reposacañas laterales.

La escalera de baño cuenta con peldaños de madera, mientras que la proximidad de los asideros facilitará la subida a bordo desde el agua.

El equipamiento específico para la pesca se acumula en la zona de popa.

La zona de proa acumula el mayor grado de polivalencia -solárium o dinette-, a condición de adquirir los accesorios.

No falta el imprescindible pozo de anclas.



 

Los indicadores e instrumentos se situarán sobre paneles de madera raíz. El compás se sirve de serie.

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